1.07-2017 - 22:30 PM
Adam se había tomado muy enserio lo que su novio le dijo los otros días, de hecho habia estado pensando en cómo era realmente y en lo pesado que llegaba a ser, pero era algo que quería cambiar poco a poco, para que no volviera a pasar y no volvieran a ''discutir'' cuando ambos tuvieran un mal dia juntos. De hecho, Adam sabía que ni siquiera volvería a tocar el tema de las fotos, ahora que entendía ese miedo no quería hacerle daño y mucho menos que se comiera la cabeza con que algo malo les pasaría a ambos para que dejasen aquella relación.
Adam solo quería que ambos estuvieran felices, que su vida fuese de lo mejor, con sus más y sus menos como todo el mundo pero que nunca llegasen a pelear por algo grave. Así que como quería compensarle todo lo que hacía con él, la mañana de aquel dia se levantó muy temprano, se arregló y se fue a trabajar como de costumbre a su pastelería. Allí él en los ratos libres se ponía a preparar un rico pastel que no estuviera demasiado dulce. Era un pastel normalito, relleno de manzana y con mermelada de fresa por encima, realmente rico, preparó unas bambas rellenas de fresa y con mucho azúcar por encima para que también disfrutase aquello y al medio dia, cuando terminó su turno de trabajar y sus demás empleados llegaron, se fue a preparar lo demás.
Adam fue a comprar un ramo de rosas rojas y blancas, unas flores que a él le encantaban y de último, pasó por una joyería a comprar el mejor anillo de compromiso que habia. El joven llamó a un restaurante para reservar mesa a las 22:30 de la noche y cuando todo quedó listo, simplemente pasó por su casa pues sabía que su novio estaría en el trabajo. Se puso elegante, se preparó bien y sabiendo el día que era que cumplían un año y cinco meses juntos, esperaba que aquello le pusiera feliz.
Adam le mandó un mensaje en donde le decía la dirección a la que tenía que ir y mientras tanto él se puso en marcha y llegó a aquel restaurante, donde le esperaba en la misma puerta de aquel, muy impaciente por entrar.